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22 Pero tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón sabiendo todo esto, 23 sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido; hiciste traer ante ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas bebisteis vino de ellos; además diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven ni oyen ni saben; pero nunca honraste al Dios en cuya mano está tu vida y de quien son todos tus caminos.

24 »Por eso, de su presencia envió él la mano que trazó esta escritura.

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